Cómo Ser Una Mujer de Fe en un Mundo Feminista. Fe, Integridad y Responsabilidad. Mujer de Fe en el Siglo XXI. Artículos de crecimiento emocional y espiritual. Somos mujeres valientes en tiempos difíciles. Nuestra Perspectiva es La Eternidad con Cristo.

miércoles, 7 de marzo de 2012


“IMAGO DEI”

A IMAGEN DE DIOS
Por: Claribel Zayas de Maldonado
Mujeres Reales Hoy


Del polvo de la tierra se hizo al varón; del varón se hizo la mujer y LA MISMA MANO DE DIOS LOS FORMO. Igual valor y dignidad, diseñados diferentes.

POR REFLEJAR PARTE DE LO QUE DIOS ES, ¡SE FELIZ, MUJER!

Viviendo el momento histórico en el que Dios nos ha colocado, nos hacemos muchas preguntas constantemente. En lo que a las luchas femeninas se refiere, es válido preguntarse:
· ¿Por qué todavía existe y aumenta la violencia intrafamiliar?
Los niños y las mujeres llevando la peor parte.
·¿Por qué en el Siglo XXI, después de tantos logros sociales y tecnológicos la situación de la
mujer se complica no importando su nivel educativo o socio-económico?
Reflexionando en esas dos preguntas, luego de muchos años de meditar en ellas, me afirmo en que tanto el varón como la mujer de hoy comparten un problema en común: Desconocen Su Verdadera Identidad.

La Palabra de Dios es clara:
“Entonces dijo
Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree…
Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios…” [extracto de Génesis 1:26-28]

Doy gracias a Dios por que se ha hecho mucha justicia con la mujer en nuestro país y gran parte del mundo occidental. Ejercemos el voto, tenemos igual acceso a la educación, a la contratación, a la propiedad y a otros muchísimos beneficios. Incluso, gozamos de leyes que protegen nuestra maternidad, seguridad e integridad.

Al mismo tiempo, no puedo cegar mi entendimiento ante una propaganda sin sentido de la cuál mucho tiempo fui víctima: Hombres y Mujeres Somos Iguales En Todo. Ese mensaje de un “Igualitarianismo” transversal y absoluto que no tiene sentido. No se puede tratar de igual forma a quienes somos diferentes. El varón es una expresión única de la humanidad. La mujer es una expresión única de la humanidad. Hombre y Mujer son la expresión total de una humanidad que refleja el carácter, corazón y atributos del mismísimo Creador: “Imago Dei” (latín para Imagen de Dios).

A Dios le plació hacerme mujer y también darme un padre, un esposo e hijos varones. La genética, la bioquímica, la psiquiatría, la neurología y la tecnología moderna de última generación demuestran lo que desde el principio Dios creó: dos personas únicas y también diversas. Ciertamente, varón y mujer con muchas similitudes, siendo la mayor de ellas que ambos fueron creados por la misma mano, LA MANO DE DIOS. Varón y Mujer que se complementan, en matrimonio y en sociedad.

Iguales en dignidad (valor) porque el mismo Dios los creó. Diferentes en función porque así lo quiso el Diseñador y Creador. Luego, la desastrosa caída: La humanidad creyó la mentira de que fue creada inferior y de menor valor. De ahí que tanto las relaciones mutuas y con el creador fueran impactadas negativamente. La guerra de los sexos comenzó y le siguieron las luchas de poder en todo nivel. He ahí la contestación a gran parte de mis preguntas.
Si eres persona no creyente, entonces te comparto, que los datos que la ciencia nos está dando presentan una importante, determinante e innegable diferenciación entre los sexos que no ha
sido entendida en su justa dimensión social. ¿Qué harás al respecto? ¿Optarías por la visión que encierra la supervivencia del más apto de la teoría darwiniana, aun cuando sea inmoral e inhumano que se quiten la vida mutuamente? Seguramente, dirías que no, puesto que no es ético. Como todo buen ciudadano optarías por la ética del respeto y el valor del ser humano
al igual que los seguidores cristianos.

En la actualidad el llamado movimiento del “género”, aspira a seres separados de su naturaleza, construidos socialmente y cambiando continuamente hasta llegar a ser un “ser genérico” que sea libre de su sexo de nacimiento. El Machismo y el Feminismo son otros dos espectros con el mismo efecto: Un deseo ardiente por el poder, por un sentido de superioridad, víctimas de un complejo de inferioridad y de heridas complejas que los llevaron a creer la mentira de que podrán ser libres de su diseño original y una “Imago Dei” imposible de borrar.

Los movimientos del género, machismo y feminismo han sabido ejercer su influencia aun en las comunidades de fe cristiana. Lo hacen a través de intelectuales cegados que impresionan con interpretaciones erradas hasta convencer a los fieles más sencillos o a los más inteligentes pero débiles en la fe. Como serpientes, perpetúan el engaño.

Dios no lo quiso así: Hay Gran Restauración. Gracias a su misericordia, en el mismo momento de la “gran metida de pata” en el Edén, nos hizo la gran promesa de que rescataría a la humanidad. A las mujeres ya se nos rescató de manera profunda y especial. La descendencia de la mujer finalmente aplastaría la cabeza de la serpiente: La Victoria de Cristo Sobre Satanás. Ya esa promesa se cumplió, ahora solo es cuestión de tiempo hacia la consumación y restauración total. Tenemos salvación, restauración y eternidad. Podemos retomar nuestro “Imago Dei.”

Mientras, recordemos que todos somos responsables: Hombres y Mujeres. Debemos retomar la Fe, la Responsabilidad y la Integridad para pedir perdón por nuestros errores y también para levantarnos en justo derecho. Ahora, nos toca caminar en esperanza y con la autoridad que nos fue delegada por el mismo Dios.

Mientras la consumación de todas las cosas se acerca, reconozcamos que la caída no destruyó el orden creado por Dios, solamente lo distorsionó. Por eso, hoy podemos afirmar con la autoridad dada por Jesucristo, que aún somos “Imago Dei”.

Con nuestra identidad clara, las mujeres podemos escapar por nuestra vida con el pasaporte celestial en mano. Los hombres, con su identidad clara, buscarán también crecer a la estatura de Jesucristo y dar su vida por nosotras. Retomemos el sentido común que Dios depositó en nuestro ser. Vivamos sus principios y enseñanzas en la ley de libertad que la Cruz nos regaló.

Mujer: La función de ser ayuda idónea, haber sido creada luego del varón, tener senos y un vientre, tener un ciclo menstrual , parir con dolor, sufrir abandono o injusticia por parte de varones que nunca entendieron su parte del ‘Imago Dei’ y tantas otras circunstancias, EN NINGUNA MANERA NOS HACE INFERIORES, NI TAMPOCO SUPERIORES. Desecha ese complejo destructivo y celebra la vida con la bendición de la Imagen de Dios en ti, siendo MUJER.