Cómo Ser Una Mujer de Fe en un Mundo Feminista. Fe, Integridad y Responsabilidad. Mujer de Fe en el Siglo XXI. Artículos de crecimiento emocional y espiritual. Somos mujeres valientes en tiempos difíciles. Nuestra Perspectiva es La Eternidad con Cristo.

viernes, 12 de marzo de 2010


En la semana de la mujer…A mujeres y hombres por igual

La historia nos habla de cómo la injusticia social, laboral y política se ensañaba contra la vida de las mujeres y las familias del proletariado. De ahí, que vienen historias de todo el mundo que dan base a la necesidad de reconocer los nefastos errores y conmemorar un día que nos ayude a no olvidar lo que han costado los derechos y privilegios de los que gozamos hoy en día.


En ese respecto, el día internacional de la mujer trabajadora que se celebra el 8 de marzo y las diversas expresiones en reconocimiento de las aportaciones valiosas que la mujer hace son loables, legítimas y sobre todo nos hacen sentir muy bien, muy apreciadas y muy mimadas. Por otro lado, hay sectores que aprovechan la celebración para matizarla con visiones de mundo muy particulares, haciendo reclamos que proyectan claramente una lucha existencial interna, la falta de perdón, la transferencia de culpas... al sistema, al patriarcado, a la religión, a los hombres o hasta al mismísimo Dios. En las raíces de ese reclamo muchos de nosotros fuimos criados, educados o impactados de alguna forma en todo tiempo y en todo lugar: en la casa, en la iglesia, en la escuela, en el grupo de amigos, en la universidad, la radio, la televisión, la prensa, el cine, etc. Los que nacimos desde la mitad del siglo XX hacia acá entramos en un proceso de eterno reclamo por la libertad y la autonomía personales hacia la búsqueda de la felicidad. Es causa justa y necesaria, pero...¿Cuáles son las definiciones de justicia, libertad y felicidad a las que respondemos?



  • Después de algunos años de estudio, reflexión y tertulia, entre colegas hemos podido recoger y encontrar causa común con mujeres y hombres de varias generaciones. Nuestros argumentos, intelectos y sentimientos reconocen que en el sistema democrático que vivimos las mujeres hoy, nos sentimos sumamente realizadas y felices de saber que podemos aspirar alto. Hemos decidido comenzar un manifiesto con afirmaciones que nos ayudan, nos fortalecen y nos sanan. Este manifiesto, entre otras cosas, contiene las siguientes decisiones y afirmaciones:


  • Aunque viajen por el viento voces taladrando que somos invisibles y discriminadas, no les daremos espacio porque en nuestro proceso de madurez y crecimiento hemos renovado nuestro entendimiento.


  • Hemos decidido que fuimos creadas por un Dios más grande que cualquier circunstancia humana, que nos tiene en alta estima, que nos ama y ve de nosotras lo que Él justamente diseñó, pura gracia y sublime nobleza.


  • Estamos convencidas de que los sufrimientos humanos no fueron provocados por Dios, sino por naturaleza caída de los hombres y las mujeres por igual. No le pasaremos factura a Dios por las cosas que hace o provoca el ser humano.


  • Hemos decidido trascender desde el menosprecio, el abuso y la desesperanza hacia la confianza, la templanza y la esperanza asumiendo nuestra responsabilidad personal de protegernos, sin atacar ni pagar con la misma moneda.


  • Aunque meritorios, no necesitamos de puestos, galardones públicos, o de fortuna para vivir, por que la paz que sobrepasa todo entendimiento por fin llegó a nuestro corazón.


  • Reconocemos que tenemos gran pasión por dejar un legado de claridad mental y espiritual a las nuevas generaciones y daremos esa lucha desde nuestros fueros internos para llenar con ese perfume hasta el mismo atrio celestial.


  • Hemos decidido que la guerra de los sexos está passé, que no hay complejos, y que nuestro civismo consta en escucharlo todo y retener lo bueno: respetando los fundamentos y las herramientas que nos proveyó quien nos diseñó, para bendecir a nuestros hijos.


  • Declaramos que somos mujeres que nos comprometemos a que nuestro porte sea siempre elegante y reverente, porque un gesto dice más que mil palabras y ahí también se manifiestan la gracia y el poder de Dios.

Celebramos como mujeres, el renacimiento a una esperanza viva y los muertos que entierren a sus muertos. No somos amas de casa desesperadas por que la promesa de nuestro creador nos restaura desde la eternidad hasta la eternidad. Tenemos esperanza porque la promesa que hemos recibido y en la que hemos creído nos dice que somos amadas y conocidas por el Rey de reyes. Seamos solteras, viudas, casadas o divorciadas estamos completas. Siendo así, somos nuevas vasijas, llenas de un vino nuevo, refrescante y vigorizante. Tampoco estamos en el ánimo de ser ni gladiadores ni domadoras pues comprobamos que ese papel no nos rinde buen fruto.
Hay que renovar el entendimiento creyendo en que no hay tesoro más valioso que la fe, la esperanza y el amor. Pero, hay una realidad dura con preguntas que nos asaltan: ¿Qué hacemos con un esposo que no me comprende? ¿Qué hacemos con esa madre que no me amó? ¿Qué hacemos con el padre que nos abandonó? ¿Qué hacemos con la amiga que me traicionó? ¿Qué hacemos con el hombre que asesinó a mi hija? ¿Qué hacemos con la mujer que engañó a mi hijo con otro hombre? ¿Qué hacemos con el maestro que les metió musarañas en la cabeza a mis hijos? ¿Qué hacemos con el que me violó? ¿Qué hacemos con el país ingobernable?... A paz nos llamó Dios, a ser luz y sal, porque las tinieblas no prevalecerán. Lo que diga un intelectual no me define, ni tampoco lo que digan las circunstancias, sino lo que dice Dios que yo soy...a su imagen y semejanza varones y hembras nos creó para ser prósperos y sojuzgar toda la creación.


Abracemos y enseñemos a nuestros hijos, con lo que dice la escritura en 1Cor. 11:11-12...Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque como así la mujer procede del varón, (pues la simiente del varón define el sexo de un bebé); también el varón nace de la mujer (lo nutre, lo da a luz); pero todo procede de Dios. Esto es esencial, porque las cosas que se escribieron por revelación de Dios son para nuestra enseñanza a fin de que por la paciencia y la consolación que en la palabra de Dios hallamos, tengamos esperanza. (Ro. 15:4)

¡FELIZ SEMANA Y MES DE LA MUJER!
http://www.mujeresrealeshoy.blogspot.com/

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