Llamado para ser una Mujer Real – Fe, Integridad y Responsabilidad.

Asumiendo el Reto:

1. Una mujer íntegra que concilie y celebre su naturaleza femenina en unión a los valores y conocimiento bíblicos.
2. Una mujer valiente que pueda caminar en circunstancias difíciles dentro de una cultura ajena a su diseño original y su marco espiritual. Atreverse a ser realmente diferente y a expresar sus convicciones públicamente.
3. Una mujer fuerte que pueda criar hijos y acompañarlos hasta su adultez. Si no tiene hijos, no se librará de este rol (amar-nutrir-alimentar-criar-educar), pues tendrá sobrinos, ahijados, amigos, vecinos y una comunidad por la cual deberá integrarse al proceso.
4. Una mujer madura que acompañe y respete a su esposo (o su padre, hermano, abuelo, hijo...) en aras de conciliar la unidad familiar ante los retos ocupacionales, profesionales y ministeriales de las figuras masculinas en su vida.
5. Una mujer audaz para vivir en una cultura caída. Escogiendo la Gloria de un Redentor por encima de sus deseos particulares.
6. Una mujer dedicada para enseñar a las mujeres más jóvenes o necesitadas de dirección.